domingo, 27 de junio de 2010

Fútbol, tecnología y el negocio.


Mucho se habla en este mundial de Fútbol acerca de las inconsistencias de los jueces, el protagonismo arbitral que muchas veces cae en lo histriónico y la insistente tontería de la FIFA de no incluir la tecnología en los partidos de fútbol, al menos 2 partidos que alcanzo a recordar se encuentran en tela de juicio por inacertadas decisiones arbitrales al negar sus goles:
USA - Eslovenia (Gol invalidado a USA que le quita 3 puntos)
Inglaterra - Alemania (Gol invalidado para inglaterra para poder igualar en 8vos)

Pero aquí no termina todo, dos situaciones inversas al concederlos:
Brasil - Costa de Marfil (Gol de Fabiano usando las manos).
Argentina - México (Gol en un claro fuera de lugar de Tevéz )

Esto hace imperante que la FIFA reaccione al argumento sostenido de sus autoridades sobre "mantener el sentido humano del fútbol" que en mi opinión es un argumento muy tranquilo así como una negación a la complejidad del proceso evolutivo que viene presentado este deporte, ¿cómo podría interpretarse un evento que esta representado por 210 países en distintos niveles de competencia -según pude contar en el ranking de la FIFA porque en wikipedia apuntan 208 asociados- con la capacidad de detener por completo las actividades de un país y hasta establecer treguas periódicas de combate?, en un canal de televisión deportivo decían que "...de medicina y de fútbol todo el mundo parece saber..", entonces ¿cómo se puede esconder o perder bajo el manto de la tecnología el sentido humano de este deporte?, ya hoy en día el tenis es el mejor ejemplo que puedo conseguir de su implementación, ya que no solo es un apoyo arbitral sino que también se muestra eficiente.

Más bien lo que ocurre en el fútbol es el sentido contrario de su humanización, una industria que genera mucho mas que el producto interno bruto de algunos paises en este continente y que al igual que la Iglesia Católica, una de las instituciones no gubernamentales mas influyentes del mundo que no deja de llamar la atención sobre los verdaderos intereses de quienes dirigen y dignifican este deporte.

Ya es hora de recomponer los pedazos de todos estos últimos mundiales y no dejar que la justicia poética conspire contra las inacertadas sentencias arbitrales, así que la implementación de la tecnología debe dejar de ser un simple debate y convertirse en una realidad del fútbol.

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